Jugamos Unicorn Overlord y esto fue lo que más nos encantó

Unicorn Overlord, el título más reciente de Vanillaware, aparece como un nostálgico homenaje
a los Juegos de Rol Japonés (JRPG) de los años noventa que engancha de principio a fin. Su
jugabilidad simple y directa, acompañada de su dirección artística en 2D ofrece una
ambientación que nos sumerge en una auténtica fantasía medieval.

¿De qué trata Unicorn Overlord?

A lo largo de su historia, acompañamos a un grupo de insurgentes en su entretenida lucha en
contra de un imperio usurpador dentro de una historia que, aunque convencional en su
formato, destaca por la forma en que presenta su mundo y a sus personajes. Sin entrar en
detalles, cada elección del jugador tiene consecuencias tangibles en el desarrollo de la
historia, aspecto que añade un nivel de inmersión que no debe ignorarse, por así decirlo, deja
que el jugador construya su propia historia.

Ojo, la misión principal es solo el comienzo y tiene una duración aproximada de nueve a doce
horas, pero el título ofrece la posibilidad de explorar el mapa para conquistar territorios
cercanos, expandir al ejército de liberación, profundizar en la historia de las unidades, reclutar
nuevos aliados e incluso decidir el destino de los antagonistas.

Un mundo llamativo e inmersivo

Pero eso no es todo, el título también ofrece un mapa modesto pero lleno de vida, con
recursos que extraer, tesoros ocultos que descubrir y zonas opcionales con subtramas. A su
vez, la sensación de escala es singular debido a su uso de una retícula de 3×2 y se ve
reforzada por la interactividad del entorno que invita a explorar cada rincón en busca de
secretos. A todo esto se le suman parámetros como el nivel de amistad entre unidades o la
posibilidad de no solo seleccionar entre una gran variedad de clases, sino con la oportunidad
de personalizarlas.

Considerando lo ya mencionado, otro de los aspectos más destacados de Unicorn Overlord es
su sistema de combate, el cual logra ser tanto cómodo y accesible como profundo y
estratégico. Las misiones, a veces con límite de tiempo, añaden un toque de urgencia y
tensión que mantiene al jugador comprometido con la acción.

Vale la pena mencionar que si bien algunas mecánicas de recolección por momentos pueden
dar un sensación de lentitud en el ritmo, en general contribuyen a la experiencia de juego con
resultados positivos y agregan capas de profundidad y variedad, lo cual se agradece.

Un gemaplay con un estilo único y un arte impecable

Ok, el gameplay es bueno, sí, pero Unicorn Overlord también se distingue por su estilo visual.
En términos gráficos, no es un secreto que Vanillaware tiene un estilo que siempre se le ha
aplaudido no sólo por su identidad, sino por la belleza de sus paisajes y diseños. Pese a que
podría parecer que algunos diseños caen en lo genérico, en realidad su estilo gráfico permite
que los personajes brillen dentro de su mundo.

Ya sea en el mapa semiabierto que podemos explorar, en el relato de la historia o dentro de
cada combate, el estilo del título no decepciona. De hecho, es un paso en el camino correcto
en cuanto a vincular historia y jugabilidad para crear una atmósfera.

En hilo con su dirección de arte, Unicorn Overlord brinda un diseño de interfaz simple y claro,
un detalle que suele pasar desapercibido, pero que tiene un impacto enorme en la experiencia
de juego. La interfaz de usuario en este título es bastante intuitiva, lo que facilita la inmersión
en el mundo del juego y permite, en gran medida, su disfrute.

¿Deberías comprar Unicorn Overlord?

Unicorn Overlord no solo está llevando a Vanillaware hacia un futuro repleto de
oportunidades, sino que además establece un ejemplo para otros juegos de rol de estrategia
que ya están en circulación.

Para cerrar, Unicorn Overlord es un JRPG con personalidad que ofrece una excelente puerta
de entrada para nuevas audiencias y una experiencia estupenda para los veteranos. Su
jugabilidad, dirección artística y narrativa bien equilibradas, hacen de éste un título que no
debemos perder de vista.

Jugamos Unicorn Overlord en Playstation con un código proporcionado por un representante
de Sega.